Cuando revisamos la nomenclatura de razas caninas de la FCI, encontramos en su clasificación morfológica el término “primitivo”, además en 3 secciones, clasificándolas unas por su morfología y otras por su morfofuncionalidad:

Sumado a estas razas, podríamos seguir agregando muchas otras no reconocidas, algunas de ellas podrían ser el Dingo Australiano, Lobo etíope o Canis simensis, Cuon Alpino o Dhole, Dingo Americano o Carolina Dog, Ca coniller de Menorca, Podenco enano del Hierro, Podenco de Lampedusa o de Túnez, Podenco francés, Podenco gallego y tantos otros.

Según el diccionario de la Real Academia Española,
Primitivo, va. Proviene (Del lat. primitīvus).

1. adj. Primero en su línea, o que no tiene ni toma origen de otra cosa.
2. adj. Perteneciente o relativo a los orígenes o primeros tiempos de algo.

Primitivo, a del griego (pɾimi'tiβo, -βa)

1. Que pertenece a los orígenes o primeros tiempos de una cosa.
2. adj. Primero en su línea; que no tiene ni toma origen de otra cosa.

A su vez, origen, deriva del término latino orīgo, refiere al comienzo, inicio, irrupción, surgimiento o motivo de algo
http://definicion.de/origen/#ixzz3itoIK288

Entonces podemos preguntarnos, ¿conocemos el origen de las razas a que denominamos “primitivas”?

Contestar al término “PRIMITIVO”, resulta ser un tema sumamente complicado, podríamos investigar y escribir textos enteros al respecto, sin embargo nos remitiremos a la nomenclatura de razas de la FCI, cuando denomina perros primitivos aquellos que se tiene noticia de cierta antigüedad, como podría ser 2000 años o algo más, manteniéndose intacta hasta la actualidad, como son los Spitz en general, perros prehispánicos, rústicos, Egipto faraónico, etc., simplemente por el hecho de haberse mantenido geográficamente asilados durante ciertos períodos, al que denominamos “tiempo”.

En los últimos años las universidades, biólogos, paleontólogos, investigadores, han hecho grandes esfuerzos para conocer el linaje, para que ciertos lobos se hayan convertido en perros domésticos.

El autor Javier Salas, Periodista especializado en información científica, tecnológica y medioambiental, 14/11/2013 para MATERIA, nos presenta un estudio publicado en Science., que ofrece una tercera vía: Europa y mucho antes que las otras posibilidades. Según este trabajo, basado en el más completo estudio genético de numerosas especies de cánidos actuales y fósiles, el perro se acercó a los cazadores-recolectores mucho antes de que los humanos comenzaran a cultivar la tierra.

Enterramiento canino de hace 8.500 años hallado en Illinois (EEUU). MATERIA.

Las razas perrunas actuales contienen tal remix genético, fruto de los innumerables cruces que han sufrido, que es muy difícil desandar el camino de su evolución.
Hasta ahora, varios estudios buscaron trazar su árbol genealógico buscando familias genéticas después de analizar el ADN de cientos de razas de cánidos actuales.
El primero de ellos, en 2002, concluía que los primeros perros domesticados debieron surgir en algún punto de Asia, en lo que actualmente es China, hará unos 15.000 años.
“El perro fue el primer y único animal domesticado antes de la agricultura”.

Posteriormente, en 2010 se publicó otro estudio que incluía el análisis de 900 perros y 400 lobos de distintas razas, para tratar de encontrar el origen de esta domesticación.

Ese trabajo defendía que el origen más probable era Medio Oriente, donde se tienen referencias arqueológicas de perros domesticados de hace 12.000 años.
”Los perros parecen compartir más similitud genética con los lobos grises de Oriente Medio que con cualquier otra población de lobos en todo el mundo”, dijo el investigador de UCLA Robert Wayne, quien firmaba ese estudio, que indicaba que el 80% de las razas de perros son razas modernas que han evolucionado en los últimos cientos de años, aunque haya algunas que se remontan a miles de años.

¿Entonces, China o Medio Oriente?

Todos estos resultados no cerraban la puerta; el ADN contemporáneo podía dar algunas pistas, pero no era la solución definitiva.

Los investigadores implicados en la búsqueda del primer Toby ponían el objetivo en el estudio del ADN de animales desaparecidos: el libro genético de fósiles de los primeros perros y de razas de lobos extintas tenían la clave para desenmarañar esta evolución tan fructífera.
A ello se ha dedicado un grupo internacional de investigadores, entre los que se encuentra el propio Wayne: en la coctelera incluyeron lobos, perros actuales —desde basenji hasta dingos— y coyotes.
Pero también 18 muestras fósiles de canis antiguos, desde el primer fósil de tipo perro, de Bélgica y hace 31.000 años, hasta 10 tipos de lobos de hace miles de años.

Regresando entonces al tema de la nomenclatura de razas caninas de la FCI, donde encontramos en su clasificación morfológica como “perros primitivos”, de acuerdo al conocimiento acerca de lo que se sabe y entendemos en la actualidad, no es el término adecuado, quizás, por el momento, denominándolos “perros intermedios, pre-modernos, pre-actuales” etc., tratando de clasificar en cierta forma la ubicación entre las razas de la nomenclatura de algunos milenios, con el distingo de las razas recientes formadas en los últimos siglos, hasta lograr el origen verdadero y concluyente de las razas caninas, por supuesto, salvo mejor parecer.

Ermanno Maniero